jueves, 12 de marzo de 2009

NOTICIAS DE LA HISTORIA: LA MUERTE DE EVA



El pueblo llora, la voz oficial anunció por la radio que a las 20.25 hs del 26 de julio de 1952, Eva Perón pasó a la inmortalidad. En las calles de Buenos Aires caía una lluvia incesante, los negocios estaban cerrados, también los cines, los teatros y no había transportes. Las radios transmitían solo música fúnebre y los diarios lucían franjas negras en su primera página. María Elena Walsh dice en su poema Eva: “Y el pobrerío se quedó sin madre llorando entre faroles sin crespones. Llorando en cueros, para siempre solos.” y el historiador Félix Luna afirma que la ciudad era una “gran tiniebla” que descendía en todos lados.
El 18 de julio de 1952 Eva entró en coma por primera vez y recibió tratamientos de rayos en reiteradas ocasiones, pero su cuerpo ya no soportaba más y a los 33 años fallecía de cáncer de útero María Eva Duarte de Perón.
Tras su muerte la Central General de Trabajadores (CGT) declaró tres días de paro y el gobierno estableció un duelo nacional de 30 días, fue velada en la secretaría de trabajo, la acostaron en un féretro con tapa de vidrio y estaba cubierta por un sudario blanco. Se calcula que medio millón de personas besaron la tapa de cristal que la protegía, y las escenas de dolor y gente que se desmayaba, fueron repetidas. Luego el 9 de agosto la transportaron al Congreso de la Nación, en dónde estuvo 2 días y más tarde la sede central de la CGT, que estaba pensada como su morada provisoria, hasta que se le construyera un “monumento al descamisado” en donde descansar. Eva estaba hermosa, no había síntomas de dolor en su rostro, y se debía a que el famoso anatomista español, Pedro Ara, había realizado un excepcional trabajo que comenzó 20 minutos
después de su muerte.










Hacía 1950 en el acto de fundación del Sindicato de Taxistas, Eva Perón se desmayó, y esa fue el primer alerta del deterioro de su salud. Luego en 1951 en la fundación Eva Perón volvió a desmayarse y entonces su oficina de trabajo debe mudarse a la residencia presidencial, que se estaba ubicada en Austria y Libertador (dónde hoy funciona la biblioteca nacional). En el acto del 17 de octubre, es recordada la foto en la que Evita es sostenida por Perón para que ésta no caiga y el 11 de noviembre es operada y debió votar en su cama del hospital. Esas elecciones le daban a Perón la reelección. Cada día que pasaba se deterioraba más, y guardaba reposo pero su discurso era cada vez más fuerte en contraposición con su debil salud, en su último libro llamado “Mi mensaje” dice “Los dirigentes sindicales y las mujeres que son pueblo puro no pueden, no deben entregarse jamás a la oligarquía”.
Eva quería a sus grasitas, a sus descamisados, aquellos que durante tanto tiempo habían sido relegados, “Evita fue la única que hizo algo por nosotros” y no tenía problemas en acercarse y besar a los leprosos, tuberculosos y cancerosos; en una oportunidad, cuenta Irma Cabrera, cuando había besado a un niño con cáncer, una asistente intentó limpiar con alcohol sus mejillas, Eva estalló furiosa y reventó la botella contra el piso.
Cuando la Revolución Libertadora derrocó a Perón el 23 de Noviembre de 1955, el cadáver fue secuestrado y hecho desaparecer durante 14 años hasta que 1976, Eva es trasladada a una bóveda en el cementerio de Recoleta donde también está su hermano Juan. Luego de su muerte María Elena Walsh en su poema Eva dice: “Cuando los buitres te dejen tranquila y huyas de las estampas y el ultraje, empezaremos a saber quien fuiste”.