jueves, 12 de marzo de 2009

AGUA como te deseo...

Un encargado de edificio está baldeando el piso, deja la manguera en un costado y el agua corre, a él no le preocupa y charla con los vecinos tranquilamente. El fin de semana el auto es lavado dos o tres veces por la obsesión de su dueño. Una señora rápidamente corre a atender el teléfono y deja la canilla perdiendo. El country cambia el agua de la pileta cada una semana, por disposición de la administración. La industria está para obtener ganancia, para qué tratar los residuos, si el rio está tan cerca…
Fue en un discurso ante la ONU, yo lo recuerdo bien, decía así: “En el mundo el agua cubre las tres cuartas partes del planeta. Pero en verdad el agua que es apta para consumo, es el agua dulce y de ella en el planeta hay solo un 3%. La mayor parte del agua dulce que se utiliza es para el riego de alimentos y alcanzaría un 1,5% aproximadamente la que es para consumo humano. Es decir que estamos en riesgo y es necesario que América del Sur brinde a la humanidad sus fuentes de agua dulce”. Y así comenzó todo hijo, me dijo mí abuelo con la cara mugrienta: -Primero fue la guerra por la religión, a comienzos del siglo. Más tarde se desató una gran crisis por los alimentos, y ese conflicto fue feroz. Pero la guerra de hoy no tiene comparación, es la guerra por el agua. No tenemos salida.
Siempre pensó mi abuelo que la guerra en la que se jugaría la vida la humanidad, sería ante las máquinas, me dice que esa conclusión fue producto de mucho cine norteamericano y poco pensamiento crítico, nunca imaginó que a sus 83 años estaría en una cueva apestada de personas sedientas, mal olientes y mugrosas. Era nuevamente el tiempo de las cavernas para miles de millones de habitantes. Nosotros somos la resistencia.
Toda la costa está sellada. Los militares son pagados con agua, es el nuevo oro.
Algunos pronosticadores decían que para el 2025 la mitad de la población mundial sufrirá la escasez de agua y que al seguir con las actuales tendencias era irreversible. El director general del Consejo Mundial del Agua, Ger Bergkampy afirmó en la conferencia de Estambul: "En los próximos 50 años, la población mundial crecerá 40 o 50 por ciento. Este aumento poblacional, sumado a la industrialización y a la urbanización, provocará una mayor demanda de agua y tendrá serias consecuencias para el ambiente". Fue el mismo Bergkampy el que instó a una militarización de la zona sudamericana por sus recursos de agua. Mientas pienso en ello me agazapo entre el pasto amarillo y hediondo. Un militar con su fusil vigila la costa y espera que venga su compañero. Se lo nota cansado y abatido. Es el momento ideal, y como un gato salvaje me acerco, para atacarlo por detrás y clavarle con todas mis fuerzas una estaca en su débil cuello. El grito hizo sonar la alarma y me veo rodeado. El agua está allí abajo. Salto con todas mis fuerzas, nunca había visto tanta agua junta, en el aire siento miles de disparos, cientos dan con mi cuerpo. La sensación de zambullirse fue la última de mi vida. Pero volví al agua, volví al agua donde nací.