miércoles, 28 de abril de 2010

Plantar un árbol, tener un hijo, escribir en un blog

El filósofo argentino José Pablo Feinmann dijo hace algunos años "En la argentina no hay un pelotudo que no tenga un blog", su afirmación brutalmente valorativa confirma que desconoce que hay muchos más (blogs) de los que supone en nuestro país y en el mundo, porque se registran según estadísticas más de 125 millones de blogs en la web que están activos. Por otra parte la declaración nos permite concluir en que Feinmann no se acercó jamás a la obra de David de Ugarte , autor del libro "El poder de las redes" en donde analiza el mundo de la información-comunicación y su distribución en la historia, su presente y futuro. Ugarte apuntala al blog en un rol relevante en estos tiempos y su principal idea o hipótesis manifiesta que toda estructura de información tiene a su vez una organización de poder. Plantea tres esquemas de distribución, tres tipos de redes: Centralizada, descentralizada y distribuida.
(VER GRÁFICOS)





Dice David que en nuestra época estamos pasando de un mundo descentralizado a otro de poder distribuido. Dice y lo quiere construir, porque es un activista e impulsor de proyectos en red, también fue el creador de ciberpunk.com y es por sobre todo un teórico ineludible acerca de Internet.

Hoy cuando en nuestro país se está debatiendo cómo están distribuidos los medios y se realizan marchas como la del 12 de marzo pasado en reclamo de la aplicación de la ley de medios, la novedad es que las movilizaciones fueron convocadas mediante redes sociales: Facebook, Twitter y blogs. Algunos de los conceptos del escritor español nos pueden ayudar a comprender este fenómeno, como cuando habla de una cierta pérdida de credibilidad en los medios de comunicación tradicionales, y reafirma al blog como el primer medio de comunicación distribuido; sencillo, horizontal, que con su capacidad extraordinaria de que"todos podemos publicar", se convierte en un caballo de Troya que tiene la capacidad de destruir la forma descentralizada, la cual se caracteriza por estar conformado por pocos nodos monopólicos concentrados. Y para seguir entendiendo, otro concepto como el de "Ciberturba" también es útil porque lo define como el proceso en el que a partir de discusiones sociales en la redes se genera una ruptura entre el mundo de Internet y el mundo físico, en el que las movilizaciones llegan a la calle luego de gestarse en el mundo virtual.

Luego de leer este post y reflexionar acerca de su postura Feinmann "el bueno" nos mandó su blog: http://www.jpfeinmann@blogspot.com/

No, mentira, sigue pensando lo mismo. Algunos blogs le dan ampliamente la razón como éste de aca abajo.

domingo, 25 de abril de 2010

Carlo


Carlo se murió. Vino de Italia, de la provincia de Campobasso. Tenía 18 años y nunca volvió la vista atrás. La nostalgia no lo venció y nada se sabe de su familia italiana, de sus hermanos si es que tenía, de sus juegos, amigos, casa, perro.
Nadie le preguntó, porque no sabía las respuestas. Quería olvidar tal vez, un pasado de hambre o años de cárceles por revolucionario. Nadie lo sabe.
Bien lejos, bien adentro suyo guardaba quién sabe qué penurias o momentos felices.
Carlo era maestro contructore, su gran obra fue la sociedad española de San Miguel. Pero Carlo quería aún más a su huerto. Sus tomates, un orgullo personal.
-No te estoy jodiendo, el tano Carlo era un loco de mierda, una vez el tipo vio que un gato se la había metido en la quinta y le comía las verduras. Agarró la escopeta…
-Y mato al gato…
-Si mato al gato y de tantos tiros, destrozó la quinta. No quedo nada en pie…
-Que cosa éste Carlitos…
-Si la verdad era un loco, che ahí esta María…
-Ufff…dale vamos y hagámosla rápido que nunca sé que decir en éstos momentos.
María llora la muerte de Carlo. Ya pasaron tres meses. La fila es larga para hacer la pensión. Quiere no recordar, sentir que bueno, que así es la vida. Quiere aceptar.

-¿Cómo dijo su nombre señora?
Dice el empleado.
-Carlo Carlomagno.
-Carlo… Carlo…Carlo… mmmm… ¿está segura señora?
Cómo no iba a estar segura. Seré vieja pero no zonsa, me estará cargando, éste no tiene ganas de trabajar. Se piensa que soy estúpida señor, que tengo ganas de perder el tiempo. Traje todos los papeles ahí los tiene.
-Vino de Italia si, en el año 1889 si, coincide el número de identificación si, pero Carlo, Carlo no… no…no hay ninguno.
-¡Cómo que no hay ninguno! , Carlo, mi marido, por 40 años, por favor le pido que no me tome para la chacota….
-Señora, tengo que seguir atendiendo, yo nada señora, quien sigue… veintisiete, veintiocho, nueve…
María grita en la dependencia pública, pero cómo me dice una cosa así… llame a su superior, le voy a hacer una denuncia, que no hay un Carlo, yo le voy a dar… ustedes son todos iguales, tengo un conocido que lo va a hacer echar…
El empleado casi traspasando el mostrador, enfurecido, desencajando, escupiendo las palabras dijo:
-Carmelo, Carmelo, Carmelo se llamaba, ¡vieja pedazo de boluda y la reputísima madre que te parió!
Carlo era Carmelo. El hombre había olvidado su nombre como parte de su vida anterior,Carmelo era simbolizaba su pasado, del que nadie sabe nada o tal vez lo habían anotado mal y se confundieron con el apellido, nada extraordinario.Esas cosan pasan...esas cosas pasan.

Un fenómeno perdido en la web...

Lo que ellos pueden

Ellos pueden titular que la dictadura asesina es un Nuevo Gobierno. Pueden acordarse de José Luis Cabezas y pueden olvidarlo. También pronosticar derrumbes económicos y que nadie los acuse de mala praxis cuando todo lo contrario sucede. Pueden decir que la Crisis causó dos nuevas muertes o hacer de la posibilidad, el rumor, una nota de tapa. Pueden ser el diario de Yrigoyen de más tirada, pueden decir que buscan la verdad y cagarse olímpicamente, ortográficamente en el periodismo.



Pueden hacer héroes a tantos tontos sin escrúpulos. Pueden fogonear la desconfianza, hablar de crispación, no tener la misma vara, pueden repetir hasta el cansancio sus intereses. Pueden parecer serios al hablar del hambre, de la injusticia y la inseguridad. Mirar a cámara y decir ¡Qué barbaridad! Nada más que eso pueden.
Ahora dicen que pueden sentirse agredidos por afiches anónimos, que cometieron el pecado de dudar de su honestidad y su trabajo periodístico. Pueden desde altos estrados gritar que la libertad de expresión es fundamental para una sociedad democrática. Si, pueden afirmar tal cosa, y entablar una lucha encarnizada contra una ley de la democracia, porque a ellos no pueden ponerles ningún límite.
Pueden en fin, autodenominarse como “periodismo independiente”. Entonces yo quiero un periodismo racing. Entonces yo puedo no creerles un párrafo,ni una línea o palabra.

domingo, 18 de abril de 2010

Ahora dicen que Cobos tenía otra Constitución.

La posta,la carta magna, la ley más importante, la cual se recontracagó Julio Cobos, con la reforma de 1994:




CONSTITUCIÓN NACIONAL ARGENTINA
Segunda Parte: Autoridades de la Nación

Capítulo Cuarto Atribuciones del Congreso
Art. 75.- Corresponde al Congreso:

3. Establecer y modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables, por tiempo determinado, por ley especial aprobada por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara.



La Constitución que le mandaron por mail a Cobos:

CONSTITUCIÓN NACIONAL ARGENTINA
Segunda Parte: Autoridades de la Nación y Clarín.

Capítulo Cuarto Atribuciones del Congreso

Art. 75.- Corresponde al Congreso
Siempre y cuando consulten vía mail a HMagenietto@clarin.com.ar

3- Establecer y modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables, por tiempo determinado, por ley especial aprobada por la mayoría simple de la totalidad de los miembros de la oposición de cada Cámara, cada Radio y micrófono del periodismo independiente.

Besos.
Cuidate mucho.
Seguro subís en las encuestas.


La nota de clarinete:
http://www.clarin.com/diario/2010/04/15/um/m-02181376.htm

No es una cuestión de interpretación. Lo que se hizo es inconstitucional de cualquier forma que se lo vea. No lo dice el gobierno, en todo caso el oficialismo evidenció una falta gravísima en que incurrió el Presidente del Senado. La mentira y la insinuación de que es legal porque sólo modificaron una parte de la ley son lastimosas. Es Claro. Es Movistar. Es Clarín.

sábado, 17 de abril de 2010

Cuando tenés razón...tenés razón

Me siento tan, pero tan identificado con las palabras de José Pablo... se lo dije a mí psicólogo, me afirmó acomodándose los anteojos, que "tenía un complejo de inferioridad". Le pasé la dire de mi blog.
En una sesión posterior, le pregunté su opinión y me dijo: "Feinmman tiene razón".




y si...nunca más acertado. Salvo porque Bucay no me gusta.

Serú Girán - No llores por mí, Argentina

Temazo. Qué más se puede decir.

martes, 13 de abril de 2010

Al borde de un ataque de medios

Si Marcela y Felipe son hijos de desaparecidos... ¿cómo titulará clarinete?



Estudios de la Univesidad de lambrige adivierten: "El ADN puede fallar"

El especialista George Tu-sam lo afirmó en una conferencia de prensa que el estudio es anticuado y prefiere otras técnicas menos complejas como si son parecidos o si "tienen un aire".


Dicen que la historia de la cigüeña no es un mito


Kirchner sueña con ser Napoleón
Lo afirmó en una comida familiar junto a Máximo y Florencia mientras cortaba una tira de asado.
El análisis de Joaquín Morales Sofá.

Algo habremos hecho

Subió el dólar, bajo la venta de muñecas inflables y habrá recesión


NUEVO GOBIERNO

jueves, 1 de abril de 2010

Bajo un manto de neblinas.

Mañana, 2 de abril, se cumplen 28 años de la guerra de Malvinas. Del “Estamos ganando” al silencio y “desmalvinización” de la sociedad argentina. Una razón más para confirmar nuestra boludez. Los medios de comunicación durante la guerra y después… ¿Una autocrítica por ahí?...

El 2 de abril de 1982 fuerzas argentinas desembarcaron en las Islas Malvinas. El conflicto duraría 74 días con Inglaterra. Las plazas se llenaron de un sentimiento triunfalista que proclamó el gobierno militar. El periodismo no pudo o no quiso escapar de ese efecto. Cuando la derrota argentina fue un hecho los medios, callaron y con ellos toda la sociedad.


Mientras Héctor Cisneros habla, detrás de él se encuentra el uniforme del soldado Eduardo Araujo que murió en las Islas Malvinas como 648 de sus compañeros. Cisneros es el presidente de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas y dice: “Durante el conflicto había medios gráficos, radiales y televisivos que hablaban del éxito, cuando en realidad no era tan así, y los resultados lo demuestran”. Desde las tapas de los principales diarios los titulares arengaban a la euforia ciudadana por la posible recuperación de dos islas ocupadas por Inglaterra desde 1833. EL 2 de abril de 1982, Clarín titulaba “Euforia popular por la recuperación de Malvinas” y La Nación se sumaba con “Alborozo ciudadano por la reconquista de Malvinas”. Crónica decía "Argentinazo: ¡Las Malvinas recuperadas!" y en Córdoba, La Voz del Interior iba con el título:"Argentina reconquista las islas Malvinas". Adolfo Pérez Esquivel en la revista Humor, en julio de 1982, afirmaba que “Hubo gran desinformación y manipuleo de la emotividad del pueblo”, solo tres periodistas argentinos fueron a cubrir la guerra: uno de canal 7 (Nicolás Kasanzew) y dos de la agencia estatal TELAM (Diego Pérez Andrade y Carlos García Malod), mientras tanto el triunfalismo era también trasmitido por revistas como Gente y Somos. Gente dejó en la retina de muchos argentinos, tapas como la del 6 de mayo de 1982 que decía "Estamos Ganando” y la del 27 de mayo que insistía "Seguimos ganando”. Chiche Gelblung era su editor.


En la televisión los periodistas Mariano Grondona y Bernardo Neustadt afirmaban que si fueran soldados estarían muy tranquilos por la serenidad de sus jefes o que les había encantado el discurso del Presidente de facto Leopoldo Galtieri que dijo desde el balcón “Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”.Para Rodrigo Lloret, de la sección internacional, del diario Perfil “La actuación de los medios fue por lo menos patética. En realidad es normal que en los momentos de guerra pase eso, pero como periodista tengo que repudiarlo”. Fueron 74 días de ficción periodística desde el 2 de abril de 1982 al 14 de junio del mismo año, en los cuales solo se realizaron notas de color y nunca se habló de los muertos en enfrentamientos, en las condiciones de los soldados o de las estrategias militares frente a una potencia mundial. Cuando se admitió la derrota, por lo menos fue sorpresivo, porque se pensaba que estábamos ganando.
La argentina poco a poco se fue “desmalvinizando”, un término que utilizó el politólogo francés Alain Rouquie cuando le dijo a Osvaldo Soriano en una entrevista: “Quienes no quieren que los militares vuelvan al poder tienen que dedicarse a desmalvinizar la vida argentina”, pero ese proceso incluyó injusticias, como el no reconocer a los héroes veteranos de Malvinas y dejarlos en el olvido, y consigo la deuda pendiente en debatir sus causas y consecuencias.La derrota en la guerra significó el último golpe para una dictadura que venía siendo abrumada por la inflación, el desempleo y el descontento popular, pronto llegaríamos a la primavera democrática con Raúl Alfonsín.

En la guerra murieron 649 argentinos y se estima, porque no hay datos oficiales, que más de 350 ex combatientes se suicidaron. Además como sucede en un régimen de terror, también fue víctima la verdad.