miércoles, 27 de octubre de 2010

Ese hombre

Nunca había llorado a un líder político. Hoy si.

Porque era un líder y por sobre todo era político.

Sin miedo.

Con él volvió la política por sobre los otros. Descolocó a la elite periodística que no sabía y no quería entender que no todos eran feos, sucios y malos. Lo odiaron y hoy aún más.

Y lloré porque soy un negro de mierda, un desposeído y lo siento tanto, tanto, porque representó ideas y convicciones, porque me vi ahí, fui defendido. Porque por sobre todas las cosas sentí que la posibilidad de cambios eran reales.
La muerte mejora, enaltece, exime de los defectos. Sobre todos para quienes lo odiaron porque los evidenció y puso en el tapete todas sus miserias. Esos que hoy dirán lo bueno que fue, lo grande que fue y con la cola entre las patas como siempre, como nunca, pondrán al descubierto lo más asqueroso de su hipocresía.

La única verdad no es la realidad, él lo demostró.
No dejó sus sueños en la puerta de la casa de gobierno y los hombres viven también a través de ellos.

Decía el poeta Almafuerte que a veces viene un dolor y nos despierta...

Pero la pucha… qué tristeza.



martes, 26 de octubre de 2010

De fútbol poco...

Quiero hablar de fútbol, del juego y no de todo lo otro.


El fútbol para todos me dio la oportunidad de ver muchos partidos en cantidad. Juega All boys y Sacachispas y yo estoy ahí para mirarlo. Será tal vez porque a veces no puedo creer que esto es un regalo y que pronto el derechaje me lo va a quitar, que volverá un domingo y sin descanso uno tras otro los resumenes de 10 minutos de los partidos... no, no y no!. He dicho que quiero hablar de fútbol. Sin embargo no puedo dejar de hacer referencia a esto de que puedo mirar mucho, sin cortes y quedarme como un estúpido viendo un partido entero. Puedo ahora. Antes no.


A los 15 años un pibe que pinta bueno se va para Europa. Los jugadores referentes son casi siempre tipos que están pegando la vuelta, que sus mejores cartuchos los gastaron y tan sólo con una pistola a cebitas pueden ser el sostén e impulso de su equipo.


Qué fútbol de mierda. Partidos, partidos y partidos esperando algo, eso que me alegra un poco: cañito, taco, rabona, chilena, pase magistral, paredes ofensivas... Algo...


Para decirnos que se están cagando a patadas el periodísta dice que es un partido de mucho contacto físico. Para describir dos equipos atolondrados que atacan mal y defienden peor, entusiastas nos dicen que es un partido entretenido, de ida y vuelta y que se yo...



Y bueno sucede que a veces, juega GiovanniMoreno. Pero ya se lo quieren llevar...






No sé qué escribir

Ayer a la noche no podía dormir. Prendí la luz y empecé con el ejercicio de imaginar figuras en las manchas de humedad del techo.
De pronto un llamado al celular interrumpe mi imaginación,¿era un dragón o un cocodrilo?, la llamada dice "Privado" es decir que no puedo ver qué número me está llamando.
Atiendo o no atiendo. Atiendo.
-Hola Patricio.
-Si.
-Soy tu blog.
-¿Mi qué?
-¡Tu blog, idiota!
-Ah, si qué precisas, estoy viendo las manchas de humedad...
-Te llamaba para decirte que postes algo. No me gustaría ser uno de los tantos blogs inactivos.
- Bueno. Mañana sin falta.



Ya cumplí. Qué mierda.



viernes, 8 de octubre de 2010

El extasis de un gol al ultimo minuto

El retorno del "fulbito de los miércoles"

Capítulo: Pablo & Pablo S.A.

Cuando perecía el encuentro futbolístico de los miércoles debido a las ausencias y deberes de sus protagonistas, el fútbol volvió. Siempre vuelve.

Fueron casi todos, y digo casi por la ausencia de Santiago, que adujo un problema intestinal-gástrico. Así como Ronaldo se cagó en la final del Mundial de Francia 1998, el simio que venía jugando en un gran nivel sintió ese vértigo que muchos jugadores tienen ante los momentos cruciales. Se sabe que sus cualidades futbolísticas estaban al límite de su capacidad, que había tocado su techo, y cuando a uno le pasa eso no hay otra alternativa que bajar, bajar y bajar.
En el pensamiento ilustrado la historia tiene un sentido, siempre es superador, la humanidad entonces va dirigida a pasar etapas que la hacen mejor, igualitaria, solidaria, revolucionaria para los más radicales. Pero el devenir de la historia no es una flecha que avanza. Con marchas y contramarchas se vive, vivimos, y el mejoramiento o la superación personal es como decía el poeta laureado Carlín Clavo “Una lucha”. Todo esto, absolutamente, es para marcar que el rendimiento de la mayoría de los jugadores que disputaron el partido fue bajo, otros mantuvieron su nivel y otros… más precisamente dos fueron los mejores exponentes de la Ilustración. No eran Rousseau ni Voltaire. Dos en la ciudad, dos en la canchita, déme dos.

El partido fue parejo, el marcador fue testigo de una pobreza infinita para llegar al gol. Trabado en el medio campo, fue en esa selva de fricción en la que se destacaron Pablo II y Pablo “el hombre mayonesa”. Pablo II demostró que la cancha rápida le sienta bien, hizo pasar de largo con sutiles fintas a quien intentó marcarlo, dirán esos que ven en la superficie de los hechos la verdad que “estaba en su día” pero no es así señores, hay que ir más allá: logró un mejoramiento exponencial de su fútbol, convirtió e intentó por todos los modos jugar y dársela a un compañero.
Pablo “el hombre mayonesa” cumplió como siempre con su cuota de luche y vuelve. Fue el primer trabajador (sepan disculpar mi alegoría peronista constante. A propósito: ¡Feliz Cumpleaños General!) pero además jugó buscando el arco rival y obtuvo su recompensa: El gol de la victoria.
Seré breve y directo, más allá de alguna corrida y gambeta endemoniada de Pablo III, éste cronista no contará las mezquindades de los otros jugadores que acompañaron y fueron espectadores secundarios. Tendrán que mejorar, superarse y pensar en el próximo miércoles o por el contrario el camino inverso, ese por el cual la humanidad viene caminado, arrastrándose, no sé sabe en qué dirección.