martes, 23 de junio de 2009

¿De qué estas hablando Gary? A 23 años del mejor gol de la historia.

Columnista invitado








Por Gary Coleman

Inglaterra sigue llorando

En primer lugar quiero decirles que acepté escribir en El gran boludo porque me rajaron de mí empleo como guardia de seguridad y además por recomendación de mí médico personal me mude a las sierras de córdoba para desintoxicarme un poco, es que el éxito y la fama son agobiantes. Los editores me dieron total libertad, confianza y unos míseros pesos para pagar la pensión en la que vivo, pero ese es otro tema y sin más preámbulos vayamos al tema que me gustaría abordar en ésta oportunidad: el maravilloso gol de Diego Maradona a los ingleses. En junio se cumplen 23 años de la hazaña y yo tengo una anécdota que contarles, que también se la detallé a mí psiquiatra pero él concluyó que debido a la medicación yo tenía alucinaciones. No es verdad, todo lo que digo me paso realmente. Resulta que estamos jugado un torneo de fútbol cinco con unos amigos, yo amo el fútbol de chiquito y siempre seguí a All Boys a todos lados, bueno la cuestión es que llegué a casa, me iba a hacer unos mates y de repente apareció E.T., el famoso extraterrestre de la película de Spilberg, aterrizó en el patio de casa. Al principio entré en pánico, pero después me tranquilicé porque ET es muy buen tipo siempre se comentó eso en el ambiente artístico. El amigo intergaláctico empezó a decir: -teléfono, casa y toda esa sarta de boludeces que dijo siempre y yo me enoje - ¡Dejate de joder, todavía no sabes lo qué es casa! , entonces E.T. sorprendido ante mí enojo me dijo:-Gol, Gol, Gol… al escucharlo se me vino a la cabeza EL GOL, ese que no te cansas de verlo y que te emociona, aquél que no podes creer. Le mostré el video del gol a E.T., se emocionó con esa belleza y yo también, hasta las lágrimas. Nos abrazamos llorando.
“Arranca Maradona…
Le conté a E.T. como había vivido ese partido, siempre cuando se vive algo trascendental rememora qué estaba haciendo. El 22 de junio de 1986 yo estaba en casa con Willis, el viejo borracho del Sr. Drummond se había ido a dormir del pedo que tenía y Kimberly estaba en su habitación con siete amigos. De su habitación se escuchaban gritos. El partido empezó aburrido y Willis me recriminaba -¡El soccer es de mujeres gil, dale enanazo pecho frío pone la NBA que juegan los Lakers de Magic Johnson!, por supuesto lo mandé a la mierda y justo llego la mano de dios que rozaba la pelota por encima de Peter Shilton. El gol más inválido de la historia era un hecho, Ali Bin Nasser, el árbitro del partido, se dirigió al centro del campo rodeado de ingleses implorando justicia. Lo grité con alma y vida, subí al cuarto de Kim y el espectáculo que ví… no lo quiero recordar… perdonen. Bajé rápidamente y Willis lloraba a mares, y con la voz entre cortada me dijo –Pero mira lo que hizo, mira lo que hizo, no lo puedo creer… ¡grande diego!, yo me acerque y ví la repetición: Maradona toma la pelota detrás del mediocampo e inicia lo que sería los 10 segundos más famosos del fútbol, dejando en el
camino a seis ingleses que lo perseguían con ansías de pegarle la patada del milenio, pero el destino estaba escrito: Argentina 2 – Inglaterra 1.
Finalmente E.T. se fue luego de unos mates, pero con la promesa de que volverá a casa para ver ese maravilloso gol. EL GOL. Y esto fue real señores, tan real como mí fama y talento.