Por Jorge "El roña Castro" Editorial |
La plaza de ayer confirmó dos cosas:
1-El kirchnerismo
vive. Como actor político, como sujeto activo y decisivo en los próximos
años. Ha tenido una gran tradición de
resurrección cuando lo consideraban un
movimiento cadavérico. Resurge. Se retro alimenta cuando las dificultades los
asechan, como un de boxeador que pelea mejor cuando tiene en frente un adversario
que lo daña y lo exige. Necesita lamerse las heridas para luego golpear. Como me pasó a mí con el cagón de John David Jackson
2-El kirchnerismo ha muerto.
Se veía en Rivadavia y alrededores de la Plaza de los dos
Congresos: Randazzo; Scioli; Domínguez; Uriibarri; Urtubey ;Aníbal ; Taiana … y
no es sólo una cuestión semántica, ya que como sabemos la imposibilidad
Constitucional no le permite a Cristina
ser nuevamente candidata a Presidente; las internas y ambiciones dentro del Kirchnerismo dejará gente enojada.
Nadie puede ser inocente de creer que un tipo que gasta miles de dólares en un
cartel en General Paz o en dónde sea ;
que invierte en su imagen, en encuestas y demás sondeos , se quedará tranquilo apoyando al nuevo
candidato, como si no pasará nada, como si la decisión de la Jefa sería una
afirmación imposible de cuestionar. Habrá egos heridos y posibles rupturas. La
frase “La elección del candidato es una decisión de la jefa del movimiento” es
poco más, poco menos ,que fulbito para la tribuna. En política y más aún en una
elección presidencial es plata o mierda. No hay medias tintas.
¿Por quién fuimos a
la plaza? Por Cristina.
La pulsión de vida o muerte no se ha definido en el
Kirchnerismo. Hemos descripto que los espasmos de la oposición para ganar la
calles no tenían una estructura homogénea detrás de un candidato, no había y
tal vez no lo allá una figura política excluyente que pueda expresar unánimemente
su descontento, expresarlo electoralmente.
Qué sucede con
Scioli, el sapo Daniel, será tolerable para el aparato digestivo más ortodoxo
del kirchnerismo; la última esperanza blanca, de la mano de su eslogan cuasi
espiritual positivista-turístico, podrá
encolumnar a todo el movimiento tras él. Sospechado de traición a cada paso, Cristina
cederá a la numerología de las encuestas, a la buena imagen que tiene ante el
electorado no kirchnerista.
¿Por quién fuimos a
la plaza? Por Cristina. Pero ella no se puede quedar.
Otro que pica en punta dentro del lobby K interno, es Florencio Randazzo, que ha demostrado muy
buena gestión y por sobre todo sus actos fueron visibles para la población en
general; SUBE; Trenes; DNI… pero…podrá llegar por sí sólo , por su nombre, si
tuviera el padrinazgo de Cristina; ¿Podría asegurar un triunfo del Frente para la
Victoria? Hoy su promedio de intención de Voto es de un 7%.
En conclusión mientras ya hay definido dos candidatos
seguros; Massa y Macri; el Kirchnerismo por incapacidad o por identificación
histórica con el peronismo no ha logrado
construir un candidato, una especie de sucesor del modelo aceptado por todos y
todas. Una especie de pelotón K de
candidatos se cierne sobre el futuro próximo, será cuestión de agilizar LA
DECISIÓN, porque en un país históricamente personalista-carismático, en cuanto
se refiere a la elección de Presidentes, el cuentito blanco y republicano de que
el “candidato es el modelo” es una
basura y me da ganas de cagarlos a trompadas como lo hice en esa maravillosa
velada del 10 de diciembre de 1994 en la cual derroté al cagón de John David Jackson
Por eso es
que creo que estamos en las cuerdas, agazapados, terribles, podremos dar la trompada del Nocaut o seguiremos aguantando las
embestidas, esperando el impacto final.
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