sábado, 13 de septiembre de 2014

Esperando el impacto

No pagó… dice que la vuelta anterior no le llevamos y por eso…

Don Bejarano pidió que se acerque hasta su silla, tomo con sus manos la cara del niño y lo miró durante unos segundos. Luego ordenó: Anda y cagalo a trompadas.

El pibe salió corriendo de la Estancia los Cardales hacía el pueblo, corría y a cada latido comprendía que lo habían descansado, que ese gordo bonachón del almacén estaba jugando con la comida de su familia.  Entendió que las cosas se arreglaban así, tenía miedo, pero siguió, la bronca y la rabia pudo más, hoy iba a ir a pescar al arrollo Espín con sus hermanos, hoy descansaba  y  éste que venía a  joderlo, confirmando su certeza, de que en ésta parte del mundo; el que tiene plata, tiene impunidad, cumple si quiere… porque tiene plata noma.

Llegó al frente  del almacén, los peones en la puerta jugaban baraja, chupaban sus penas, él estaba extenuado,  el gordo salió al encuentro del muchacho, tal vez no le había quedado claro, la leche no había llegado la semana anterior  y el no iba a pagar, no le importaban las excusas de los mugrientos, el se quedaba con la entrega de hoy, porque así iban a aprender…

El muchacho comenzó a acercarse, jadeando, casi repuesto de la maratón.

-¿Qué pasa chinito… le explicaste a Bejarano lo de los intereses?

Un cross de derecha directo a la mandíbula fue la respuesta. El comerciante cayó despatarrado en  un sueño que duraría varias horas. Su mujer que veía la escena desde la tienda, gritó y aulló todo tipos de insultos al chinito, que miraba la escena inconmovible y soltó un parco y sólido argumento: Es que no me quiso pagar la leche señora.


Fue el primer Knock Out, la primera recompensa que saldría de los poderosos puños de Marcos René Maidana, que hoy subirá a la historia del Boxeo mundial y argentino, como lo han hecho los ilustres Firpo; Locche; Bonavena y Monzón; a tomar eso que siempre supo que era suyo, como cuando era un pibe, peón de campo, allá lejos en Margarita.